Cómo elegir e instalar apliques

Los apliques de pared se pueden utilizar para muchas cosas diferentes. Los apliques de pared son un complemento flexible y elegante para la mayoría de los espacios. Pueden utilizarse para añadir una favorecedora capa de luz ambiental, compensar zonas donde la iluminación general no llega o no es posible, o incluso crear algún efecto decorativo o de diseño.

Así que hemos elaborado una guía con algunos lugares de la casa en los que un aplique o tres podrían ser útiles, junto con consejos sobre cómo instalarlos.

Pasillo y escalera

Una lámpara de araña o de techo en una escalera no siempre está distribuida uniformemente, lo que puede ser peligroso. Los apliques de pared pueden ayudar a que las escaleras y los pasillos sean más luminosos y uniformes.

Instálalos entre 165 y 185 cm del suelo, dependiendo de la altura de tu techo. Utilice la «regla de los 2 metros» para decidir dónde colocar los apliques en los pasillos. Si dejas 1 metro entre cada aplique en un pasillo largo o una escalera, la luz llenará todo el espacio sin huecos extraños.

Baño

Instala apliques de baño a ambos lados del espejo del tocador o una barra de luz LED de baño justo encima del espejo para obtener la mejor luz. De esta forma, las antiestéticas sombras duras proyectadas por las luces del techo no se interpondrán en tu rutina matutina y te sentirás lo mejor posible cuando salgas al mundo.

Si desea instalar un aplique en el cuarto de baño, lo mejor es colocar uno a cada lado del tocador. Utilice tres apliques en un cuarto de baño con dos tocadores. Coloque uno en cada uno de los bordes exteriores y otro en el centro. La altura de los apliques de baño debe estar entre 1,5 y 2,5 metros del suelo, pero puede ajustarse a su estatura para que quede más o menos a la altura de los ojos.

Junto a la cama

Los apliques de pared suelen colocarse junto a las camas, ya que son excelentes lámparas de lectura y resultan útiles por la noche cuando la luz del techo es demasiado intensa pero aún no estás preparado para apagar las luces.

El mejor punto de partida para colgar un aplique de pared junto a la cama es 75-90 cm por encima de la parte superior del colchón (o 15-30 cm por encima de su hombro si está sentado contra el cabecero) y a no más de 30 cm del borde de la cama. Esto depende un poco de cómo esté hecho el aplique. Añadir un regulador de intensidad a una lámpara de cabecera también es una buena idea para que el usuario pueda reducir la luminosidad al caer la noche.

Salones y chimeneas

Los apliques de pared son una gran manera de añadir una segunda fuente de luz a las habitaciones más grandes. La mayoría de los salones tienen una fuente de luz superior principal, como una lámpara de araña, pero los apliques de pared se pueden utilizar para iluminar las zonas más oscuras o los rincones más alejados de la habitación y añadir una favorecedora capa de luz más indirecta.

Los apliques de pared también se utilizan en habitaciones más grandes para llamar la atención sobre un elemento, como la chimenea. Los apliques suelen colocarse a ambos lados de una chimenea para resaltarla en la habitación.

Entrada

La mayoría de las entradas tienen una fuente de luz principal, como una lámpara de araña, colgantes en el vestíbulo o una gran ventana en la puerta principal que deja entrar la luz natural. Pero un aplique de pared puede hacer que este espacio sea un poco más acogedor. Los apliques de pared pueden colocarse en el interior de las entradas o en el exterior, cerca de la puerta principal o en el porche. Instalar un aplique en el exterior no sólo aumenta el atractivo de la calle, sino que también optimiza la seguridad de sus invitados.

Estilo empotrado: Estos apliques suelen ser pequeños y estar pegados a la pared. No sobresalen de la pared más que la profundidad del aplique. Estos apliques compactos pueden utilizarse en interiores y exteriores, y son conocidos por dar la impresión de cubrir la pared con luz. Por esta razón, los apliques empotrados son a la vez una gran forma de decorar y una buena manera de añadir luz.

Estilo con brazo giratorio: Como los apliques con brazo giratorio se pueden mover, se pueden utilizar para dirigir la luz en diferentes direcciones. Esto los hace perfectos para iluminar cabeceros de cama, tareas, escritorios y otras zonas. Algunos apliques con brazo orientable sólo se mueven de lado a lado, mientras que otros también pueden moverse hacia arriba y hacia abajo.

Los downlights proyectan un haz de luz estrecho hacia el suelo y son perfectos para dormitorios, oficinas y otros lugares en los que las personas desean estar solas. Por esta razón, son perfectos para hacer una habitación más pequeña, más cómoda y más relajante.

Lámparas ascendentes: A diferencia de las downlights, que difunden la luz hacia el suelo, las lámparas ascendentes difunden la luz hacia el techo y hacen que la habitación parezca más grande. Este estilo atrae la mirada hacia arriba, por lo que es ideal para salones, pasillos y otros lugares que quieras que parezcan más grandes de lo que son.

Apliques enchufables: Los apliques enchufables son los más fáciles de instalar. Los apliques enchufables son una buena opción cuando no se dispone de una caja de empalmes y no se quiere lidiar con el cableado detrás de las paredes. La mayoría vienen con un cable visible o un canal que oculta el cable y le da un aspecto más decorativo.

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